TITANIC
Y CROMAGNON, PRELUDIO DE DOS DESASTRES ANUNCIADOS
Cromagnon no es el “Perla
Negra” de la ciudad de Buenos Aires, es uno
los miles y miles de perlas negras que abundan en
mi País y las discos tampoco son los perlas
negras, también lo son todo edificio de publica
asistencia como una definición genérica,
Cromagnon pudiera haber sido un hospital, una clínica,
una escuela, una universidad, un centro comercial,
salas de multicine, teatros, edificios de altura,
un hotel, un bus de larga distancia, un avión,
su terminal, la terminal del bus y la lista puede
continuar indefinidamente.
Porque los componentes humanos de esta pócima
destructora no miden consecuencias de ningún
tipo, total el dinero sucio recaudado de las aptitudes
corruptas venga de donde venga es dinero al fin,
que diferencia puede haber de los controles relajados
de una disco atestada de jóvenes a un instituto
de enseñanza primaria llena de pequeños
y adolescentes o por ejemplo a un geriátrico
con tres veces mas de ancianos que la capacidad
del lugar y la prestación de su personal
lo permite como ocurrió días pasados;
total los responsables de la seguridad de estos
lugares observan con el bolsillo, piensan con el
trasero y mientras la comunidad gira ignorante en
este juego macabro; estos señores con “s”
menos que minúscula disfrutan de su vida
extasiados en el country, en los sitios bien de
la costa atlántica de algún lugar
paradisíaco del Caribe, con el dinero sucio
de su accionar.
Las tragedias o desastres lleven el titulo que
lleven llámese Titanic o Cromagnon tienen
el mismo trasfondo y resultados solo cambian los
actores, las épocas, las circunstancias,
las causales son las mismas en las que el factor
humano de los poderosos prima por sobre todas las
cosas por lo cual la palabra accidente ya deja de
tener validez o aplicación técnica
debido que son situaciones perfectamente previsibles
y prevenibles.
Argentina no es un País que sufra la falta
de profesionales en lo amplio de la materia, muy
por el contrario los hay muchos y muy buenos, ocurre
que ellos no le sirven a los sistemas de Gobierno
donde se manejan decisiones turbias, por el contrario
son una molestia, los Gobiernos con estos perfiles
necesitan de otra gente inclusive que interpongan
sus banderías personales y políticas
partidarias por sobre los estandartes de la Nación
si es necesario.
Albert Einstein decía:
“hay dos cosas de las que no me caben dudas
la inmensidad del cosmos y la inmensidad de la estupidez
humana, de la primera no estoy tan seguro”
Debemos todos aprender de una muy buena vez ciertos
aspectos sumamente importantes que deben regir como
máximas para nuestras vidas.
“la seguridad es una responsabilidad de todos”
Indefectiblemente estamos involucrados en este
aspecto, no tenemos escapatoria o justificativos
como ciudadanos, como padres, como hijos, como vecinos,
como trabajadores, todos tenemos responsabilidad
respecto de esta maravillosa palabra que es “seguridad”,
en Cromagnon no caben dudas sobre las responsabilidades
de los culpables directos e indirectos es un tema
que no amerita el mayor análisis.
Ahora me pregunto, el joven que encendió
la bengala no es responsable? la madre al dejar
a su hijo en un baño improvisado como guardería
no le caben responsabilidades? El inspector de espectáculos
públicos que en la entrada estaba con la
“maquinita” sumando los asistentes para
cobrar el canon por cabeza no tiene responsabilidad,
le pasaron 3000 personas por delante de las narices
y todo estaba bien? Quienes deben revisionar las
leyes y reglamentos como puede ser posible que tenga
vigencia para estos locales una reglamentación
que permitía una pareja por m2 que es de
los años 30 donde se bailaba tango y se necesitaba
ese lugar, esto es increíble por dos fundamentos
en primer termino por su vigencia a pesar de los
años y en segundo termino si se hubiera aplicado
la cantidad de asistentes hubiera sido mucho menor,
en consecuencia estamos mal en ambos sentidos es
vetusta pero tampoco la aplicamos, hay una irresponsabilidad
manifiesta en este tema también.
Todos estamos involucrados inclusive los que no
estuvimos ahí o no tuvimos que lamentar la
perdida de un ser querido, también somos
responsables por llevar conductas relajadas y no
exigir a los gobernantes que cumplan con cuidar
y proteger a la comunidad que los eligió
democráticamente, este es un buen momento
para que todos nos involucremos y hagamos un “mea
culpa” y analicemos en que fallamos y en que
podemos cambiar la realidad contemporánea
con vistas a un futuro mejor.