EL VAPOR DE AGUA: amigo o enemigo?


El vapor de agua es beneficioso para un sin número de actividades industriales y hogareñas, desde calefaccionar una vivienda hasta mover una turbina y utilizar esa energía para generar electricidad, comprimir gas en un gasoducto, etc.

Pero en nuestra actividad el vapor cumple diferentes roles, aprender sus características básicas nos ayudará a utilizarlo de una manera beneficiosa y segura para nuestra integridad física, contribuyendo así al éxito de la intervención.

Conozcamos primero algunos conceptos que refieren al agua, elemento de origen del vapor.

Sabemos que el agua se manifiesta en varios estados como materia, estos son Sólido, Líquido y Gaseoso, razonemos ahora sobre cada estado citando algunas características siempre a la misma condición de presión que será la atmosférica.

Estado Sólido:  
  El hielo de agua tiene una estructura cristalina muy compacta, esta condición se manifiesta por debajo de los 0° C.
Estado Líquido:
  Podemos dividir este estado en dos:
  Líquido Saturado:Se dice que el líquido está saturado si al agregarle energía (calor), una fracción de él se evapora, esto sucede a los 100° C.

Líquido Subsaturado: Aquí, al agregar energía solo se produce un aumento de temperatura en el líquido
 
En este caso existe un aumento de volumen que se manifiesta a partir de lo 4° C, haciéndose efectivo en la solidificación.
Estado Gaseoso:
  En este estado encontramos al vapor de agua como lo conocemos y podemos dividirlo de la siguiente manera:

Vapor Saturado: Este estado se da entre los 100° C y los 148° C

Vapor Sobrecalentado: Lo encontramos desde los 148° C

Debemos mencionar también otras características termodinámicas del agua y en vapor como son:

Punto triple: Es el punto donde conviven en equilibrio las tres fases, Sólida, Líquida y Gaseosa. Este se encuentra a los 273,16° K (-0,15° C) y 0.6113 Kilo Pascales (0,00602 Kg/cm2). El punto triple, se ha utilizado como estado de referencia a la hora de definir las escalas de temperatura.
Temperatura Crítica: Es aquella a la cual dejan de coexistir la fase líquida y el vapor (225,2 Kg/cm2 y 383,8° C), por ende por más que comprimamos el vapor no lograríamos condensación, el vapor entonces se convertirá en gas, por supuesto esto es una mera referencia, requiriendo este aspecto un desarrollo mayor que no es el sentido de estas líneas.

Habiendo conocido algunas características del agua y sus estados, nos referiremos de ahora en adelante solo al vapor que producimos en las intervenciones.
Para ello utilizaremos una sencilla curva donde descubriremos a presión atmosférica las variaciones de volumen y energía que sufre el vapor con el incremento de la temperatura.

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